14 marzo, 2008

Die wunderbare Kunst von UNSEREM FÜHRER (seine Zeichnungen)






















































La intensa pasión por el arte que nuestro Führer sentía por sus venas, fue algo esencial e imprescindible para entender ese ansia artística que le embriagaba en sus continuas noches de soledad. Esas sucesivas noches en las que desplegaba su increíble capacidad mediante lienzos, colores y pinceles.
El excelso gusto por el arte que tenía nuestro Führer es emblemático para entender muchos aspectos del Nacionalsocialismo.
Lamentablemente, debido a la mediocre manipulación que la Historia ha sufrido de una forma tan extrema, el arte durante la época del III Reich, que por supuesto existía y estaba ahí embriagando a los ciudadanos alemanes, ha quedado embotado, mermado y desde luego olvidado.
Aún así, no podemos olvidar que Hitler fue un claro y bohemio aspirante a arquitecto que, a pesar de ser rechazado por los prejuicios detestables que tenían los judíos dirigentes de la Academia de Bellas Artes, se mantuvo fiel a sus principios produciendo grandiosas acuarelas, incorrectamente, aborrecidas, para ganarse el sustento en Viena.